dissabte, 24 de novembre del 2012

Diálogo Memorable


Forrest Gump

Recuerdo aquel viaje en autobús el primer día de clase, lo recuerdo muy bien.
-Dorothy: ¿Vas a subir o no?
-Forrest: Mamá dice que no debo ir nunca con desconocidos.
-Dorothy: Este es el autobús del colegio...
(Mira un momento su manzana pensativo)
-Forrest: Soy Forrest, Forrest Gump
-Dorothy: Y yo Dorothy Harris
-Forrest: Ahora ya no somos desconocidos
(Forrest sube al autobús buscando asiento, pero casi todos están ocupados)
-Niño 1: ¡No te sientes!
-Niño 2: ¡Aquí no!
-Niño 3: ¡Aquí no te sientes!

Es curioso lo que uno puede recordar, porque yo no me acuerdo de cuando nací, ni recuerdo mi primer regalo de navidad y tampoco sé cuando salí de excursión por primera vez pero, sí recuerdo la primera vez que oí la voz más dulce del mundo entero.
-Jenny: Si quieres puedes sentarte aquí...

Yo nunca había visto nada tan hermoso en toda mi vida, era como un ángel.
-Jenny: ¿Oye quieres sentarte o no?
(Forrest se sienta)
-Jenny: ¿Qué te pasa en las piernas?
-Forrest: No me pasa nada gracias mis piernas están perfectamente perfectas.

Me senté con ella en el autobús y fuimos hablando todo el camino hasta el colegio.
-Jenny: ¿Entonces porqué llevas esos zapatos?
-Forrest: Mi mamá dice que tengo la columna como un interrogante, estos zapatos me pondrán derecho son unos zapatos mágicos

Aparte de mamá nadie nunca me hablaba ni me hacia preguntas.
-Jenny: ¿Eres tonto o algo parecido?
-Forrest: Mamá dice que tonto es el que hace tonterías...
-Jenny: Yo soy Jenny
-Forrest: Y yo Forrest, Forrest Gump

Desde aquel día ya no nos separamos .Jenny y yo éramos como uña y carne.


Frases sabias

  • No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita (Agustín de Hipona)
Es una frase sabia porque si la modificamos ligeramente cambiando rico por feliz, es: No es más feliz el que mas tiene, sino el que menos necesita. Y es cierto porque si nos paramos a pensar, lo que realmente nos hace felices son aquellas cosas que no tienen valor económico y cuando perdemos alguna posesión material, puede doler-nos e incluso molestarnos pero no es comparable a perder a un amigo o familiar, que no tiene valor económico pero sí sentimental. 

  • Quien todo lo quiere, todo lo pierde
La gente avariciosa siempre quiere conseguir más y como consecuencia suele perder lo que ya tiene asegurado.