Big fish
Su padre niega con la cabeza
WILLIAM BLOOM: ¿Qué quieres? Qué puedo hacer... qué puedo traerte? ¿Quieres agua?
El padre vuelve a negar con la cabeza.
EDWARD BLOOM: El río...
WILLIAM BLOOM: ¿El río?
EDWARD BLOOM: Cuéntame como ocurre.
WILLIAM BLOOM: ¿Cómo ocurre el qué?
EDWARD BLOOM: Como me marcho
WILLIAM BLOOM:¿Te refieres a lo que viste en el ojo?
Su padre asiente. El hijo no sabe si llamar a la infermera o irse.
WILLIAM BLOOM: No conozco esa historia, nunca me la has contado papá...
El padre murmura algo.
WILLIAM BLOOM: De acuerdo eh.. está bien, lo intentaré. Necesito tu ayuda, dime como comienza.
EDWARD BLOOM: Aquí, ahora.
WILLIAM BLOOM: Vale vale...
'' Bueno, es, es por la mañana y tu y yo estamos en el hospital, yo me he quedado dormido. Y me despierto y te veo, y estás mucho mejor.
William Bloom: Papá? Has cambiado... ¿papá?
Edward Bloom: Larguémonos!
Yo te digo:
William Bloom: Papá, no estás en condiciones.
Edward Bloom: Coge esa silla de ruedas. ¡Corre! No tenemos mucho tiempo. ¡En cuanto salgamos de esta planta estaremos a salvo!
Y cogemos la silla de ruedas
Edward Bloom: ¡Rápido!
Como si estuvieramos escapando del hospital.
Doctor Bennet: Will, ¿qué estás haciendo?
Nos encontramos con el doctor Bennet que intenta detenernos.
Infermera: ¡Seguridad, deténganlos!
Vamos a toda velocidad y nos persiguen los camilleros. Y mamá y Josephine están al final del pasillo.
Edward Bloom: No hay tiempo para explicaciones, ¡distraedlos!
Salimos volando por la puerta principal. Cruzamos la acera y ahí está tu viejo Charcess rojo, pero está nuevo, totalmente nuevo. Y después te cojo em brazos y es curioso, no me lo explico, pero... no pesas casi nada.
William Bloom: ¿A donde vamos?
Edward Bloom: Al río.
Y tenemos que ir por Lenville para evitar el tráfico de la iglesia. Ya sabes, los feligreses conducen tan lentamente...
Y cuando.. cuando ya estamos cerca del río...
Todos sus amigos: ¡Ya está aquí!''
Vemos que todos están allí. Y me refiero a todos. Es... es totalmente increible.
EDWARD BLOOM: La historia de mi vida
''Y lo más curioso es que no se ve ninguna cara triste, porque todos se alegran tanto de verte y de despedirte como dios manda.
Edward Bloom: ¡Adiós a todos, hasta siempre, adiós!
Y te conviertes en lo que siempre has sido, un pez muy grande. Y así es como ocurrió.''
EDWARD BLOOM: Exacto